CATORCE DECIMISTAS CUBANOS
del SIGLO XX
La palma real cubana
Frente de Afirmación Hispanista, A. C.
México, 2016
Recopilación de
Lorenzo Suárez Crespo
y Francisco Henríquez
Frente de Afirmación Hispanista, A. C.
Castillo del Morro 114
11930, México, D F:
INTRODUCCIÓN
La décima octosilábica se inició en la Península hispánica, parte de lo que fue la Hispaniae romana, a principios del siglo XV, sin que los filó logos puedan señalar quien fue el primer decimista castellano. ¿Fue acaso el marqués de Santillana (1398-1458)?:
Çelestial lumbre lumbrosa,
nuevo sol en Guadalupe,
perdona, si mas non supe,
mi lengua deffettuosa.
Ninguna fue tan verbosa
de los nuestros preçeptores,
sanctos e sabios dottores
qu’en loar los tus loores
no recreçiessen errores,
fuesse rimo, fuesse prosa.
¿O fue quizás Juan Alfonso de Baena (1375-1434)
Señor alto, rey de Espanna,
por daros plaçer y viçio
y façeros gran serviçio,
to tome carga tamanna
de entrar en tal montanna
contra dos tan sabidores
y muy lindos trovadores,
de Castilla los mejores.
líbreme santa Susanna
de estos dos y su conpanna!
Lo evidente es que a mediados de siglo se fue consolidando lo que se llamó copla real en dos variantes. La primera y preferida fue ABAABCDCCD y la segunda ABBABCCDDC. A principios del siglo XVI, un anónimo de Salamanca compuso setenta décimas ABBAACCDDC, metro que ha prevalecido hasta ahora especialmente en Hispanomérica, siendo en las Islas Canarias, las de Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo las que más poetas decimistas han producido. En el siglo XIX surgió un genio de la décima en Cuba: Juan Cristóbal Nápoles Fajardo.
Hacia finales del siglo XX el profesor Maximiano Trapero, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, realizó profundos estudios sobre la décima en Cuba, y además sostuvo encuentros de decimistas en aquella Isla canaria,a la cual asistieron no solo repentistas de Cuba y Canarias, sino de varios países hispanoamericanos.
Hoy existen en Cuba centros decimistas que editan y congregan a los poetas, destacándose el “José Vasconcelos de Guáimaro, que reúne en torno a Décima al filo las aportaciones femeninas.
En Pinar del Rio, la Casa “Celestino García” reúne a los cantores de Vueltabajo a las orillas del río Guamá, la que está promoviendo a una nueva generación de poetas.
Es preciso mencionar a la revista Carta Lírica, que desde hace veinte años ha difundido y defendido la décima salmantina dentro y fuera de Cuba.
A continuación presentamos diez décimas salmantinas de cada uno de catorce poetas del siglo XX, la mayoría de ellos repentistas, de renombre en Cuba y en el mundo.
Fredo Arias de la Canal
Ciudad de México.
Otoño de 2016.
PEDRO GUERRA ROJAS (1909 -1977)
Nació en La Habana.
Fue un improvisador brillante en el giro de la décima cubana. Lo conocí en Unión de Reyes en la década de los 40´s, de sus frecuentes visitas a mi pueblo, donde sostenía elocuentes diálogos poéticos con Rafael Rubiera, Sergio Mederos y otros genios de la décima improvisada y escrita.
Era muy solicitado en conciertos decimísticos y otros actos literarios de su tiempo. Con el comienzo de la radiodifusión en Cuba, tuvo parte activa en tales actividades. Sin lugar a dudas, Pedro Guerra fue una gloria en el arte de improvisar buena décima de una estética perfecta. Pudiera decirse que estaba a la altura del poeta español Gaspar Núñez de Arce.
PEDRO GUERRA ROJAS
En el primer aniversario de la
muerte de Patricio Lastra
(fragmento)
1
Cuando el destino inclemente
suelta la mala influencia
la flor que nos brinda esencia
pliega el cáliz tristemente.
Pierde su fuerza el torrente,
no levanta vuelo el ave,
la fruta que rica sabe
deja el gajo, y rueda al suelo
y todo lo cubre un velo
nostálgico, triste y grave.
2
Y como por un dictado
que cede a fuerza mayor
pierde la planta el verdor
con el rocío perlado.
El eucalipto empinado
se mustia en medio del monte,
se encapota el horizonte,
agota el río sus cuencas
dobla la palma sus pencas
y cierra el pico el sinsonte.
3
Pues Patricio estará allí
donde se improvisa un verso
ancho como el universo
radiante como un rubí.
Vaciando su frenesí
firme, sin un menoscabo,
batallando como un bravo
siempre en la primera fila,
al frente del bando lila
y su trío Ariguanabo.
4
Y siempre que un beneficio
de muchas fiestas se harán
muchos más recordarán
la tonada de Patricio:
de todo será propicio
en la fiesta organizada,
hasta por la madrugada
en que el licor nos enerva,
mientras el panteón preserva,
su osamenta venerada.
5
Pecadores y profanos
que somos, nos es posible
un estudio definible
de tan profundos arcanos.
Los aspectos más cercanos
se pierden en el misterio
y cuando frente a ese imperio
de tantas cosas inciertas,
la vida cierra sus puertas,
se abren las del cementerio.
6
Cuentan los espirituales
que la muerte nos transforma
y que perdemos la forma,
no las cosas esenciales.
Si estos detalles son reales,
algo que no dudaría,
yo a pleno pulmón diría
con el laúd en la mano:
hemos perdido un hermano,
pero no su poesía.
Tomado de “Guitarras del Exilio Cubano
DÍA DE LOS REYES MAGOS
Un niño en la rica cuna
saludable y sonrosado
duerme como acariciado
por la cómoda fortuna.
Besa un rayo de la luna
su piel de rosa y armiño
y un padre con el cariño
que lo inspira y emociona
con mil juguetes corona
la blanca cuna del niño.
Programa “Bando azul”
6 de enero de 1943
1
Pregunta noble mujer
qué cosa es el sentimiento
y quiero en este momento
su pregunta responder.
Yo le quisiera exponer
sin número de razones,
fuente de las emociones,
alma mater de mi arte,
flor del espíritu, parte
tierna de los corazones.
De “diálogo con Naborí”
2
El olvido es la más cruel
recompensa que se da
al que por el mundo va
regando gotas de miel.
Pero si en este vergel
donde la gloria vegeta
que se titula planeta
lleno de pompas y flores,
se olvidan cosas mejores
que los versos de un poeta.
Programa “Jirón Campesino”
1942
SITIERO
El sitiero en esta feria
aumenta su desconsuelo,
porque con el gris del cielo
viene el gris de su miseria.
Para qué hablar de esta seria
heredad con albedrío,
de la tristeza y el frío
que hay del guajiro en la casa
si en Palacio no se pasa
la miseria del bohío.
Tomado de “Guitarras del Exilio
Cubano” y “Décimas Cubanas”
GUILLERMO SOSA CURBELO (1915-2001)
Nació en Sagua la Grande, provincia de las Villas.
Desde su juventud se dedicó al arte de la improvisación, Fue uno de los repentistas más ágiles que ha dado Cuba en todos los tiempos.
Además de actuar en eventos locales y nacionales, en su bella ciudad natal, actuó en programas radiales.
Escenificó candentes controversias con los mejores decimistas de Cuba, como Pablo León, Sergio Mederos, Ángel Valiente, Jesús Orta Ruiz… En las emisoras de La Habana también se presentó en múltiples ocasiones.
Cuando vino a Miami se integró a la ya vasta familia decimística y participó en emisoras locales y en todo cuanto tuviera que ver con la ¨Mágica Estrofa Nacional”. Guillermo Sosa Curbelo tiene bien ganado el espacio de gloria que le pertenece en la historia de la décima cubana.
Una vez dijo:
“Bolívar fue tan amigo
del humilde y del hambriento
que quiso en algún momento
sembrar Los Andes de trigo”
GUILLERMO SOSA CURBELO
LA ABEJA
1
Esa obrera, que consume
la eximia ofrenda del gajo,
la que va y viene al trabajo
en un coche de perfume,
la humilde que no presume
de la mejor vestidura,
farmacéutica que cura
sin cobrar las medicinas,
trabaja entre las espinas
y duerme entre la dulzura.
2
Hace con gala vistosa
un estreno en el rosal,
cuando el nimbo matinal
es el matiz de la rosa.
Logra llenar presurosa
sus alveolos sin embudo;
Dios omnipotente pudo
hacer, sabio y altruista,
a esta laboratorista
que nombro tan a menudo.
3
De la taberna auroral
se abre la puerta olorosa,
y ella viene silenciosa
al mostrador de cristal.
Los imanes de panal
comprometen su regreso;
y en un afiebrado exceso
por sus químicas labores,
torna el néctar de las flores
en un néctar más espeso.
4
Puede sin brújula hacer
sobre un océano verde,
un viaje y no se le pierde
el camino del taller.
Sabe lo que hay que traer
desde el primer recorrido,
y dónde está contenido
el néctar que un cáliz tapa,
porque se conoce el mapa
antes de haberlo leído.
LA MANO
¿Qué significa la mano
que el bien o el mal nos imparte,
a más de ser una parte
primordial del cuerpo humano?
Del organismo cristiano
es una organización
que, de acuerdo con la acción
dictada por la conciencia,
hacen una confluencia
la mente y el corazón
2
Mano, la mano primera
de Adán en el Paraíso
que cuando le fue preciso
tejió un delantal de higuera.
¿Qué aguja, qué lanzadera
lo tornó profesional?
¿Qué profesor ancestral
movió su mano confusa
que hizo la primera trusa
de un retazo vegetal?
3
¡Mano aquella de Moisés
que cuando golpeó la roca,
más que mojarse la boca
se salpicaron sus pies!
Fue la mano que a través
del desierto se movía…
Cuando la mano subía
el éxodo adelantaba,
y si la mano bajaba
el pueblo se detenía.
4
¡Mano suprema también
fue la mano de Isaías
que le describió los días
de luz a Jerusalén!
Describió cómo y por quién
vendría la Redención,
cómo la tribulación
abrirá el cráter del odio
y cómo hará el episodio
sangriento al Armagedón
5
Manos, para que las vea
el incrédulo ostentoso,
son estas del luminoso
Maestro de Galilea,
que José de Arimatea
las guardó, tensas y heridas
y aunque fueron escondidas
todavía están haciendo
milagros y repartiendo
amor y salvando vidas!
LOS ÁNGELES DEL RECUERDO
(fragmento)
La ves llegar, sin llegar,
y estar, habiéndose ido,
cuando tu recuerdo ungido
de amor la trae tu hogar.
La ves por la puerta entrar
sin alterar los cerrojos,
y agitándose manojos
de magnolias sin romperlas,
se pierde bajo las perlas
que le regalan tu ojos.
Tomado de “Guitarras del Exilio Cubano
“Décmas Cubanas”
ÁNGEL VALIENTE (1916-1987)
Valiente (Angelito) nació el 28 de febrero de 1916, en la zona tabacalera de San Antonio de los Baños, provincia de La Habana. Cursó la enseñanza elemental en una escuela pública de su barrio natal. Interrumpió sus estudios para dedicarse al trabajo en vegas tabacaleras y otros oficios, pero siempre fue un lector incansable, logrando cierta cultura autodidacta. Desde sus ocho años improvisaba décimas.
Ya en su juventud había logrado una fama nacional a través de los programas radiales y la televisión. Figura entre los improvisadores cubanos de más arraigo popular. Murió el 21 de enero de 1987, en su pueblo natal.
Tomado de “Décimas para la Historia”
Por Maximiano Trapero
En un ocasión dijo:
“Porque la holganza y el bien
tienen puntos elevados
mientras más encadenados
los sentimientos estén”
ÁNGEL VALIENTE
LA MUERTE
1
Ojalá tenga la suerte
pocas veces conseguida
de que florezca mi vida
para cantarle a la muerte.
Ella es la mirada fuerte
en incontenible acecho;
y como en un marco estrecho
la mentira de vivir
y la verdad de morir
se me juntan en el pecho.
2
Para hablar de las mañanas
y las tardes que se van,
la vida y la muerte están
juntas como dos hermanas.
Las inquietudes humanas
no tienen razón de ser,
si aceptamos que nacer
es la acción que nos convierte
en más hijos de la muerte
que de la propia mujer.
3
Los que aceptan que morir
es pasar a mejor vida,
que sólo hay carne vencida:
y no el derecho a vivir,
esos, con un sonreír
de niños, la muerte esperan;
y nunca se consideran
íntegramente vencidos,
como si extraños fluidos
de otras vidas recibieran
4
Los que niegan la existencia
del eterno “Más Allá”,
y entienden que todo está
del mismo cuerpo en la esencia,
ésos, con una impaciencia
triste que los desanima,
quieren que el tiempo se exprima,
que dé más de lo que puede,
y el tiempo no retrocede,
y les pasa por encima.
s
La muerte. enorme gigante,
invisible, puesto en pie,
no se siente, no se ve
y en todo está vigilante.
Nadie adivina el instante
de su exacta aparición,
brota de la contusión,
porque se proyecta igual
en la punta de un puñal
que en brazos de una pasión.
6
Muere un niño de igual modo
que morir puede un anciano:
en la amplitud de la mano
de la muerte, cabe todo.
Hecha sombra, en el recodo
de cualquier camino, está;
y cuando a buscar se da
uno para su rebaño,
no le interesa el tamaño
ni hacia qué lugares va
7
Por cuanto de radical
tiene la muerte, la quiero:
lo mismo quiebra el acero
como el más simple metal.
El orgullo personal
en sus garras se hace añicos;
y suelta como abanicos
sus tentáculos salobres,
sorda al clamor de los pobres,
sorda a la voz de los ricos.
8
Una muerte producida
por la vía del suicidio,
nos dice cómo el presidio
deja escapar una vida.
La muerte para el suicida
es vía de flor y estrella,
pues cuando bajo la huella
del dolor no puede estar,
lo hace, pensando encontrar
su liberación en ella.
FRANCISCO RIVERÓN HERNÁNDEZ (1917- 1975)
Nació en Güines, provincia de La Habana, Riverón publicó: Surco y Taberna (1950-1951), Cosecha (1954), Decimar y 4 Poemas Civiles (1956), Antología Guajira (1958), Caimán Sonoro 1959), José de los Cubanos (1960), Amor 365 días (1960), Huésped de la Voz (1961), Postigo al Amor (1963), Todo el Amor (1963), La Voz de los Objetos (1964), Las Mejores Décimas de Amor.
Riverón Hernández no ha muerto ni ha sido olvidado, porque el pueblo no olvida a los poetas legítimos, y a la larga reviven por sus obras y por el reconocimiento que ellas inspiran como patrimonio de la Nación.
Por la elevación y finura de sus décimas, este decimista es considerado el
precursor de la décima moderna en Cuba
Tomado de su propio libro y otras publicaciones
Redondilla de Riverón:
“Anda por la calle un niño
huérfano hasta de la vida,
tiene la boca zurcida
por el hambre de un cariño”
FRANCISCO RIVERÓN HERNÁNDEz
MATANZAS
1
por una herida plural,
con un afuera de sal
y una dulzura en la puerta.
Joya que fue descubierta
en una concha esmeralda,
Cuba soñando a tu espalda
se embriaga de tu paisaje,
muchacha con un encaje
blanco y azul en la falda.
2
Semblante siempre distinto
cuando alegre o cuando triste
ayer novia y verso fuiste
de Gabriel y de Jacinto.
El arte se te hizo instinto
y lo sonoro es tu fin…
Hoy de risueño jardín
que Dios a la tierra diera,
estás en la primavera
de Carilda y de Agustín.
3
Yo, soñador y viajero
de las rimas y las cosas,
llevé a tu fiesta de rosas
mi ansiedad de jardinero.
Mi verso, color de obrero
hijo-angustia de los valles,
se dio en amor a tus calles
cuando mi labio de prisa
apuró en una sonrisa
la gracia de tu Versalles.
4
De Pueblo Nuevo, el amigo
de las ventanas en flor,
salió una noche tu amor
a enamorarse conmigo.
El tiempo se dio en testigo
de tu entrega y de la mía;
y el cielo de tu bahía
se quedó en mis ojos preso,
cuando se dieron un beso
tu embrujo y mi poesía.
5
Prendí aretes en tu oído
hechos de dulce palabra,
cuando un silencio del Abra
se colgó de mi sonido.
Anduve por ti vestido
de tu clima y de mi afán,
entre el Palenque y el Pan
mi voz encendió un guateque
y un beso del Mayabeque
se me mojó en el San Juan.
6
Entraña de Bellamar:
Cielo del cielo escondido,
pupila de un encendido
milagro de oro solar.
El tiempo dejó su andar
en agua cristalizada…
y le dice a la mirada
el asombro del encuentro:
¡La tierra puede hacia dentro
romperse en una alborada!
7
Humilde voz del batey,
miel que se muele y se pierde,
recorrí un pañuelo verde
con un nombre siboney.
En los ojos de tu grey
encontré un dolor mojado
y en traje recién cortado
que te cosió la tristeza,
vi vestida tu belleza
de un luto como estrenado.
8
Cuando una vena de yodo
se desangró en tus aceras
la sal de aquellas ojeras
hizo rebelde tu modo.
Sentí que lloraba todo
por el rato de un hastío,
tu pueblo me supo a brío,
a corazón y a mambí…
¡Y tan tuyo me sentí
que nunca fui menos mío!
9
Hoy, que te canto lejano
con una arruga en la frente,
inventa mi verso el puente
con que te tiendo mi mano.
Pero ya siento cercano
mi júbilo de algún día;
sobre tu sed de alegría
exprimiré un nuevo fruto
y no vestirán de luto
tu embrujo y mi poesía.
10
Espérame en esta fecha
de las esquinas felices,
que si hay sombra en las raíces
habrá luz en la cosecha.
Con música de mi endecha
te pondré en el pelo un lazo,
me colgaré de tu brazo
a repetir el sendero
y el corazón matancero
se me dará en un abrazo.
De su Antología “Desde donde vivo”
RAFAEL RUBIERA
(Nació en San Antonio de Río Blanco, Jaruco, 31 de julio de 1922-Madruga, 12 de febrero de 1996). Es uno de los decimistas –poetas– populares cubanos más notables e influyentes del pasado siglo. Sin embargo resulta paradójico que sea prácticamente desconocido a lo largo del país. Coetáneo de Jesús Orta Ruiz, Francisco Riverón Hernández, Angelito Valiente y el resto de los improvisadores que conformaron la avanzada renovadora del verso campesino a partir de 1940, publicó sus primeros poemas –un total de cinco– en El País Gráfico en 1950: Romances, Así, Rumbo al alba, Ausencia mía y Bacará. Así fue superándose a sí mismo hasta la aparición de Sílabas de yagua (Editorial Tosco e Hijos, La Habana, 1956), su primer cuaderno de poemas.
Con los aciertos y limitaciones propias de un guajiro que quiere hacer literatura, hay que señalar que dicho volumen constituye un valioso testimonio lírico, si bien lo más ponderable es la casi permanente preocupación por la situación del campesinado, así como una clara voluntad política. Como en el resto de sus compañeros de causa, en sus composiciones se aprecia el hálito de Lorca y los demás neo popularistas españoles
Tomado de la revista digital
MAYABEQUE
RAFAEL RUBIERA
IDENTIDAD
Mi verso es café de ahora
en la jícara de antes;
de anochecidos estantes
vino trayendo la aurora.
La mano renovadora
lo liberó del pasado,
y todo en gris, separado
de Dios por un alto muro,
pudiendo ser de oro puro
es de plomo resignado.
CANTO PRIMERO
1
Viajera de pie sedeño:
cuando duermo en horas altas
como una visión asaltas
la desnudez de mi sueño.
Y qué pobre, y qué pequeño
soy ante ti, cómo oyera
Dios mi guitarra parlera,
si en el fondo de tus ojos
comprendieran mis antojos
el sol y la primavera.
2
Pero… ¿Para qué soñar
lejanías, ángel mío?
¡Es tan negro mi navío
en el azul de tu mar!
¿Para qué voy a esperar
una rendida mirada
de ti, que en la voz alada
y musical de la brisa,
cuelgas tu blanca sonrisa
y se vuelve una tonada.
3
No. No te acerques, ya el día
huyó de mi pensamiento;
no, no te bebas mi aliento
de taberna húmeda y fría.
Mi voz inocularía
veneno en tu voz timbrada.
Yo tengo la voz viciada
de lágrimas y de alcohol,
déjame soñar el sol
en mi eterna madrugada.
CANTO SEGUNDO
1
Nada tiene una visión
clara de por qué te fuiste;
mi casa parece un triste
signo de interrogación.
Ven, dulce prolongación
de mis noches de tormento,
cuéntame el último cuento
con tu voz, mina de arte,
y si no quieres quedarte
ven, y te vas con el viento.
2
¿Tú no has visto la embriaguez
de azul que en mis ojos arde?
Mañana será muy tarde
para amarnos otra vez.
Ven, prematura vejez
me acecha como un castigo,
y mi amor es un mendigo
que desnudo el hombro lleva…
qué dicha de ropa nueva
si pudiera estar contigo.
3
Tus ojos se me han hundido
como agujas, alma adentro;
la tarde gris del encuentro
fue el prólogo de tu olvido.
Mi verso, pájaro herido
se quedó mudo sin ti;
ven, y no vengas por mí,
triste sembrador de abrojos;
ven, sólo a buscar tus ojos
que se te han quedado aquí.
Y… ÚLTIMO CANTO
1
Era una tarde de cuentos
románticos… una tarde…
el viento, espía cobarde,
seguía tus pensamientos.
Eran palmas, monumentos
a libertades inciertas,
y eran corrientes desiertas
que, olientes a madrugada,
iban como una pesada
carga de ilusiones muertas.
2
Y eras tú, tú que venías
con tu risa de agua clara,
buscando quien te contara
azules melancolías.
Dos islas negras traías
bogando en un mar de ojeras,
y el pelo, hilachas ligeras
de siete noches sin luna,
se te enroscaba sobre una
insinuación de caderas.
3
Y era yo, viajero ajado
por los aires del asombro,
con un sueño gris al hombro
y una flecha en el costado.
Llegaste a mi ser cansado
de presentirte y soñar,
y éramos los dos un par
de enamorados del sueño
mirando al río, pequeño
y triste esclavo del mar.
JESÚS ORTA RUIZ (Indio Naborí, 1922-2002)
Jesús Orta Ruiz (Indio Nabor) nació el 30 de septiembre de 1922 en San Miguel del Padrón, La Habana. Habiendo nacido en el seno de una familia campesina cubana, su punto de partida en la poesía no podía ser otro que la décima.
Desde niño empezó a despertar admiración entre sus vecinos con sus improvisaciones. Joven, se desempeñó en varios oficios y se destacó como decimista improvisador, a la vez que se cultivaba para saltar del canto a las letras, cosa que logró con grandes esfuerzos, siendo reconocido hoy entre los más notables poetas de Cuba y habiendo recibido, entre otros, el Premio Nacional de Literatura de 1995. Pero su etapa juvenil de repentista ha dejado profundas huellas en el pueblo y en los nuevos cantores decimistas, que todavía se le invoca con emoción en toda competencia de improvisadores
Tomado de “Décimas para la Historia”
Por Maximiano Trapero
Sentencia de Naborí:
“Sigue tirando alfileres
hacia el lugar donde estoy,
que cuando sepas quien soy
no vas a saber quién eres”
1
Llovizna, está gris el cielo,
en el aire, qué humedad,
como si en la inmensidad
alguien cepillara hielo.
Hilo elástico de vuelo
recoge la tarde fría,
en la gris melancolía
de un parque viejo y tristón
donde los pájaros son
racimos de melodía.
2
Has vendido tu ilusión
sin ver que el amor castiga
al viviente que no siga
la ruta del corazón.
Pobre quien de su pasión
la corriente no desata,
y fríamente, y barata
vende su luz a las nieblas.
Ya te verás en tinieblas
bajo lámparas de plata.
3
Un día, el más triste día
de la más plomiza calma,
cuando te busques el alma
te la encontrarás vacía.
Ya verás cómo te hastía
tu mentira de oropeles:
hallarás entre tus mieles
acíbar de pena muda
y te sentirás desnuda
envuelta en lujosas pieles.
De “Viajera Peninsular”
AMOR GUAJIRO
1
Como emergiendo sombrío
del ancho cañaveral,
se asoma al camino real
tímidamente un bohío.
En el ocaso hay un río
de luz, un monte que arde,
todo en caprichoso alarde
de espejismos carmesíes,
mientras lanzan los totíes
el estertor de la tarde.
2
Es cuando por el camino
entra esa calma infinita
en que el paisaje medita
y medita el campesino.
Cuando el astro vespertino
de pestañas temblorosas
hace guiños a las cosas
y brilla como si fuera
fosforo azul que encendiera
el central y las «chismosas».
3
Hay más luz: en la ventana
oliente a silvestres flores,
son dos redondos fulgores
los ojos de una cubana.
De su rostro, flor de grana
hizo nuestro mediodía;
y en la gris melancolía
del anochecer guajiro,
su mirada y un suspiro
van hacia la lejanía.
4
Hacia donde una tonada
corre con el aire blando
y se acerca galopando
sobre una larga mirada.
Es la voz emocionada
de un campesino trovero
que, con los cascos de acero
de su jaca cevoruna,*
viene partiendo la luna
caída sobre el sendero.
5
Al fin, entra por el trillo
–imán de su sangre moza–
y embrida frente a la choza
de bien peinado cerquillo.
Bienvenida le da un grillo
parlanchín sobre el guayabo;
y Leal, el perro bravo,
sale del bohío aprisa,
llevándole una sonrisa
loca en la punta del rabo.
(1943)
* Cevoruna: corrupción guajira
de la palabra cervuna.
EL LAÚD
1
Llegaste, viejo turista,
todo empolvado de olvido,
y te ha rejuvenecido
tu verde y azul conquista.
Ebria se quedó tu vista
de ceibas y palmas reales
y entre los cañaverales
para siempre has enterrado
tu recuerdo constelado
de balcones medievales.
2
Amaste a la novia ingrata
del juglar, sin más fortuna
que la plata de la luna
y sus canciones de plata.
Mas hoy no eres serenata
al pie de un castillo umbrío:
hoy suenas al par de un río
para que abran sus cerrojos
las ventanas de unos ojos
y la puerta de un bohío.
De su libro “Cristal de Aumento”
GUSTAVO TACORONTE (1922-1980)
Gustavo Tacoronte, además de sus condiciones naturales para ser un abanderado de la décima nueva, tuvo la suerte de pertenecer a una familia que poseía determinados recursos materiales. Esta circunstancia le permitió estudiar y crear, para uso propio y el de sus amigos, especialmente Naborí, una buena biblioteca donde no faltaron las principales voces de la lírica española e hispanoamericana. Cuenta el Indio Naborí que en las frecuentes veladas que pasaban juntos él y Tacoronte en la casa de este último en Cuatro Caminos, lo más frecuente era que hiciesen lecturas comentadas de grandes poetas de la lengua, especialmente de los modernistas, posmodernistas y de la vanguardia. No resulta aventurado imaginar que uno de esos poetas era Federico García Lorca, cuya obra y vocación popular dejó tan profundas
huellas en ambos poetas.
Redondilla de Tacoronte:
“Muchacho, púlete y deja
esa actitud que te crispa;
no se debe ser avispa
si se puede ser abeja”
GUSTAVO TACORONTE
CÉSPEDES
A Céspedes, héroe, cierto
español soberbio dijo
“tenemos preso a tu hijo,
ríndete y será liberto”.
Y él, que prefirió estar muerto
a rendírsele al tirano,
con un tono soberano
no demoró en exclamar:
“Soy más que el padre de Oscar,
padre del pueblo cubano.”
ÉTICA
La modestia es el anillo
que verás siempre en mi dedo,
el orgullo siembra miedo
como si fuera un gatillo.
El padre de Ismaelillo
dijo con la voz más pura:
“viva yo en modestia oscura,
muera en silencio y pobreza,
que ya verán mi cabeza
por sobre mi sepultura.”
RESPETO
Si encontrara una mujer
que me diera su cariño,
con la presencia de un niño
dejaría de beber.
Pero eso no puede ser,
porque hay puntas que me hieren
y como aquí no me quieren,
en la frialdad del polo
tendré que morirme solo
como las águilas mueren.
PIES FORZADOS
El perro del cazador
mueve la cola, olfatea,
sale al instante y rastrea
a la voz de su señor.
Suena un tiro aterrador,
un ave que se desploma,
va, entre sus dientes la toma,
y luego vuelve a su dueño
con el sangrante y pequeño
“cadáver de una paloma.”
EN EL CORNITO
Cornito, te visité
y en tus líquidos espejos
con los gigantes más viejos
de la flora conversé.
A un jagüey le pregunté:
¿dónde está el poeta ausente?
y me dijo: está presente
debajo de aquella guara
donde fresca limpia y clara
se desliza la corriente.
BOHÍO
Un bohío desgreñado
por las cornadas del viento,
cobijó mi nacimiento
nueve lunas esperado.
Me dio mi primer calzado
una palmera jimagua,
y yo no sé con qué agua
las mejillas me mojó
el río que se llevó
mis zapaticos de yagua.
SOBRE EL VERSO
Mi verso trasnochador
cuando a caminar empieza,
igual que un ciego tropieza
entre la espina y la flor.
Mi verso es un ruiseñor
con las dos alas partidas,
porque manos atrevidas,
en minutos infelices
le abrieron las cicatrices
a mis antiguas heridas.
LA DÉCIMA
1
La décima que yo quiero
tiene una plaza española
donde la muerte se inmola
entre el toro y el torero.
Espada, piel, asta y cuero,
con un vestuario andaluz,
larga y mortífera cruz
con sangre hirviente se lava
y sobre un lomo se clava
como una lengua de luz.
2
Amo la mano que funda
y la mano que destruye,
amo la sombra que huye
y la luz que la circunda.
Amo la tierra fecunda
que el campesino trabaja,
Porque la tierra que cuaja
nuestro sudor en fortuna,
nos da el cetro de la cuna
y el pino de la mortaja.
3
Cuando se desborda en trino
el agua de la ternura
lava con su mano pura
la camisa del camino.
El sinsonte, campesino
maestro de su garganta,
desde un ciruelo levanta
su pico —llave del cielo—
y colgado del ciruelo
es una fruta que canta.
Décimas tomadas de varias fuentes
NORMAN RODRIGUEZ, Bolondrón 1920-Miami 1988.
Curso estudios en la Escuela Normal para Maestros de Matanzas, donde se graduó en el año 1950; ejerciendo el Magisterio durante 16 años, hasta 1966. Miembro de la “Pena Literaria de Matanzas”, colaboró en casi todas las publicaciones locales.
Incluido en varias Antologías de poetas matanceros obtuvo en 1959 el Premio Nacional de Poesía otorgado por el Liceo de la ciudad de Matanzas para conmemorar el Centenario de su fundación. Desde Noviembre de 1970 hasta su deceso, (1988) residió en los Estados Unidos de América. El poeta Norman Rodríguez cultivó preferentemente el soneto, la décima y el romance. De su extensa obra dejó publicados infinidad de cuadernos: décimas, sonetos, romances. Fue ganador de varios premios literarios internacionales.
NORMAN RODRÍGUEZ
CANTO A LA MULATA CUBANA
1
África puso el carbón
en tu blancura de caña;
pero entre Cuba y España
te hicieron el corazón.
Mulata: tus manos son
dos ángeles de canela.
Ébano, rosa, candela
por música subrayada.
Debajo de tu mirada
la vida se aterciopela.
2
Mulata, fuego redondo:
la brisa que te desgreña
se pone suave y pequeña
para acariciarte a fondo.
Mulata, yo no me escondo
para decirlo: confieso,
pregunto, sabor espeso,
dulzura que se derrama:
¿quién no se quema en tu llama
cuando tú enciendes un beso?
3
Tienes de sal y madera
de guitarra la cintura,
y en tu gesto la ternura
crece como enredadera. . .
Haces cántico y bandera
de tu luz: ágil melado,
pulpa de jazmín tostado,
mazorca de agua y de noche.
¿Cómo no amar tu derroche
de almidón perfeccionado?
4
¿En qué única hilandería
han hecho tu sien, tus venas,
tu sangre que cabe apenas
en un grano de alegría…?
Mulata (casi diría
ensayo de caramelo),
lo que le falta a tu cielo
tu carne lo desempata. . .
si hasta la luna es mulata
cuando se acuesta en tu pelo!
5
Tu risa: cántaro, espuma,
cosecha de cascabeles,
almíbar en fiesta…; hueles
a vida, a selvas…; abruma
la fragancia que te ahúma. . .
Nada tienes por hacer:
consuelo fácil de ver,
pasto para la mirada:
¡como si la madrugada
se vistiera de mujer!
6
¡Qué secretos, qué de brillos
le robas a la mañana,
que entera se te desgrana
en pétalos amarillos….!
La tarde trama bolsillos
donde echarte la silueta;
y el aire, que te respeta
desde el tobillo a la frente,
cuando no te toca, siente
alarmas de azúcar prieta. .
7
Mulata: sueño logrado,
hecho de una sola pieza.
El paisaje se endereza
para regirte el costado.
Entre el humo desatado
que te borda la sonrisa,
el alma se te divisa.
No hay como decirte adiós.
Tu corazón vive dos
centímetros en la brisa.
EL VALLE
Desde La Cumbre a la Ermita,
todo calma, todo amor,
el valle es como un dolor
mojado en agua bendita.
Curva de luz infinita,
no hay un color que le falle.
Cuando quiso hacer un valle
–es un decir por allí–
Dios hizo el de Yumurí.
¡y no le faltó un detalle!
LA DÉCIMA GUAJIRA
Cabes en una pizarra:
azúcar en eslabones. . .
Es la vida lo que pones
de codos en la guitarra.
El cielo te desamarra,
eres más que una canción:
ala de cada rincón,
color de todos los días;
si te pintaran, tendrías
la forma de un corazón.
LA MARIPOSA
Primer juguete de un niño
que nunca tuvo juguetes;
colores como de aretes
y prisa como de guiño. . .
Sobre el verde desaliño
circula —frágil hilacha—;
y se posa como un hacha
que se posara al revés,
con algo lento que es
cosa casi de muchacha…
OSCAR PÉREZ MORO (Puerto Padre 1922- Miami 1996)
En Cuba fue administrador de empresas cañeras. En EUA donde residió desde 1962. Ganó concursos poéticos, entre ellos Diploma de Honor en 1968 por su poesía al día del Poeta Cubano. Este diploma está firmado por el Dr. Juan J. Remos, Presidente del Jurado, Dra. Delia Díaz de Villar Secretaria de Cultura Dr. Demetrio Pérez Presidente del Municipio de Matanzas, Rev. Padre. Eugenio del Busto, Pérez Moro ha publicado libros de Poesía bucólica, de distintas métricas, así como décimas del tipo criollistas: “Rumores de mi Bohío” (1972), “Así es mi Tierra” (1973) “Ríos y Palmas” (1985), “Lira Criolla” (1987) y ahora se presenta con este nuevo libro que el titula “Primavera Lirica” En 1988 obtuvo el primer premio, correspondiente a la categoría de Poesía Lirica Criollista, en el concurso auspiciado por el Colegio Nacional de Pedagogos Cubanos del exilio. Ha publicado libros en compañía de otros poetas del exilio.
Sería interminable la lista de premios ganados por este prolifero decimista cubano. Lo expuesto es una lista parcial.
OSCAR PEREZ MORO,
DIEZ DE OCTUBRE, GRITO DE YARA
1
Diez de octubre: cuando aquel
tañido de una campana,
fue la manigua cubana
novia de Carlos Manuel.
En La Demajagua es él
nuestra figura cimera,
con quien Vicente Aguilera
Masó, Perucho y Osorio,
luchan en su territorio
defendiendo su bandera.
2
Por eso mi patria es ara,
desde que se oyó sin miedo
el Himno de Figueredo
romper sus notas en Yara.
Allí donde se estrenara
el machete redentor,
vimos con cuanto valor
-por calles semi desiertas-
abrirse todas las puertas
para que entrara el honor.
3
Así vemos el comienzo
de una guerra larga y dura,
donde fue genio y figura
el Mártir de San Lorenzo.
Hoy que la distancia venzo
– del tiempo y de la memoria–
vuelvo a repasar la historia
de treinta y siete prohombres,
que colocaron sus nombres
en el libro de la gloria.
4
El Dátil, Bayamo y Guisa,
Santa Rita y Jiguaní,
obsequiaron al mambí
con una franca sonrisa.
Ya la esclavitud sumisa
lleva un machete en la mano,
y hasta Gómez y Marcano,
Mármol, García y Perucho,
–dentro del fuego, que es mucho-
cantan el Himno cubano.
5
Cuando llega el diez de Octubre
– fecha de tanto heroísmo–
el cubano de civismo
puesto de pie se descubre.
Hoy que un sistema insalubre
de la Patria nos separa,
con la vergüenza en la cara
se piensa en lo formidable
que es la fecha inolvidable
de nuestro Grito de Yara.
6
En esta fecha se inicia
la Guerra de los Diez años,
porque intereses extraños
se imponen a la justicia.
El sol nace, y acaricia
a la Demajagua en guerra,
y un hombre que no se aterra
– llamado Carlos Manuel–
escala con su corcel
los estribos de la Sierra
7
Siglos antes, esa grey
contempla en modo inhumano
quemar a un dominicano
llamado el Cacique Hatuey.
No hay justicia en una ley
cuando no admite razones;
y aún, en esas regiones
escuchamos todavía
como el ¡ay! de la agonía
de infelices corazones.
8
Es justo que hoy elevemos
hasta el cielo nuestra endecha,
como tributo a una fecha
que jamás olvidaremos.
Todos deberes tenemos
de decir nuestra verdad,
y admirar la lealtad
de los hombres que morían
porque en el alma tenían
vocación de libertad.
9
Grito de guerra, ¡qué grito!
un Diez de Octubre se oyó,
aquel que en Yara se dio
con amplitud de infinito.
Hoy recordar me permito
al bravo Carlos Manuel,
porque cuando pienso en el
digo: -al mirar mi bandera-
Quien diera, Cuba, quien diera,
otro grito como aquel.
10
Aquel grito redentor
rompió yugos y cadenas,
y redimió de sus penas
al esclavo sufridor.
El mambí libertador
saltaba por los barrancos,
y se vio que en muchos flancos
-de los campos de batalla-
sin temerle a la metralla
murieron negros y blancos.
De su libro “Primavera Lírica
SERGIO MEDEROS PÉREZ Matanzas, 1924-2004)
Recopilados y seleccionados por José Luis Rodríguez Betancourt, rescatados de grabaciones y otras disímiles fuentes, integran este breve pero representativo conjunto poético de un trascendental improvisador. Participó en importantes emisoras como Cadena Azul, Radio Progreso y Mil Diez, y se presentó en numerosas ocasiones en los espacios televisivos Palmas y Cañas v Meridiano Campesino. En Radio 26 fundó el conjunto Serenata Yumurina. Entre los reconocimientos a su labor artística se destacan la Orden Raúl Gómez García, Certificado de Honor del Instituto Superior de Arte y la distinción Viajero Insular, que otorga la Casa Naborí, de Limonar.
Jesús Orta Ruiz (El Indio Nabori), lo tuvo en alta estima. De él dijo:
Su voz era afinada y melodiosa y ya comenzaba a buscar algo más que la rima y la métrica. Lo felicité por algunas metáforas bien logradas. Sin dudas, había en él una imaginación poética.
Tomado del cuaderno “Quise Imitar a Sinsonte”
“Es Carilda Oliver Labra
como Palas de Atenea
que a los huérfanos de idea
les remienda la palabra”
GLOSA
“Yo fuera un muerto distinto
si Matanzas me enterrara
por lo menos a una vara
de la tumba de Jacinto.
Jorge Manuel Quesada
1
Si cuando la parca impía
con su indiferencia helada,
en su oscura encrucijada
llegue a sorprenderme un día…
poner mi materia fría
junto al espacio sucinto
que ocupa nuestro Jacinto
bajo mi hermosa bandera,
en vez de un muerto cualquiera
yo fuera un muerto distinto.
2
Distinto, sí, diferente,
si con el mismo laurel
con que ornó la frente de él
ornara también mi frente.
Después que de un continente
sin límites regresara
y el sol quisiera en mi cara
todo su oro derretir.
¡Qué importaría morir
si Matanzas me enterrara!
3
Pero que enterrado fuera
en donde está Milanés
y que un frondoso ciprés
nuestros despojos cubriera:
que verme el rostro él pudiera,
y yo, mirarle la cara;
y que, en reflejos me hablara,
y yo. le hablara en reflejos
no más cerca ni más lejos:
por lo menos a una vara.
4
Estando junto a un panteón
que tanta grandeza encierra,
por debajo de la tierra
habrá comunicación.
Así, cuando esta armazón
llegue al último recinto.
“Yo fuera un muerto distinto
si Matanzas me enterrara
por lo menos a una vara
de la tumba de Jacinto.
AQUELLA TARDE
1
Aquella tarde me viste
recostado a tu ventana
y un silencio de campana
alegraba mi voz triste.
El saludo que me diste
fue más bien un hasta luego,
y el sonámbulo andariego
de tu mentira legal,
fue como un sol invernal
en mis mañanas de fuego.
2
El peso de la impaciencia
se me apoyaba en el hombro
y en el techo de tu asombro
goteaba la indiferencia.
El dolor de mi sentencia
se derretía en tu alfombra
y cual ave que se asombra
cuando el misterio la alumbra,
perforaba tu penumbra
con mis agujas de sombra.
3
Y fui tan dócil, tan fiel
como esclavo de la ira,
que el panal de tu mentira
me endulzaba con su hiel.
Aspiré en el tiempo aquel
extravagantes aromas,
y cuando el sol por las lomas
se burlaba de los llanos,
en el nido de mis manos
se dormían dos palomas.
4
Entonces tu indiferencia
tuvo un presagio de ruego
y fue cuando un ángel ciego
se te durmió en la conciencia.
La reja de la impaciencia
labró tu desierto triste,
y qué sola te sentiste
cuando desaparecer
para más nunca volver
aquella tarde me viste
AMANECER
1
Amanece, el sol se asoma
a los balcones de Oriente,
turbante enorme en la frente
vertical de cada loma.
Esparcen su rico aroma
bellas y diversas flores.
Sinsontes y ruiseñores
sueltan chorros de armonía
y se hace la lejanía
una explosión de colores.
2
Los rayos del sol al fondo
de las verdes dimensiones
son auríferos tendones
en un músculo redondo.
Las trenzas de un ángel blondo
cayendo en el palmeral,
serpentinas de cristal
en fiesta de primavera,
algo, como si se abriera
la cola de un pavo real.
De su libro “Quise Imitar al Sinsonte
DARIO ESPINA PÉREZ (1925-1996)
Nació en Limonar, provincia de Matanzas. En la localidad recibió la instrucción primaria. Realizó estudios secundarios en la Escuela Provincial de Agricultura Álvaro Reynoso, de Colón. En la Universidad de La Habana recibió los grados de Ingeniero Agrónomo, Perito Químico Azucarero y Doctor en Derecho. Fue Profesor y Decano de la Facultad de Ingenieros Agrónomos de dicha Universidad y profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Pinar del Río. Es autor de veinte libros, técnicos y literarios. Dirigió la Antología Poética Hispanoamericana. En 1988 recibió el primer premio, en la categoría de Poesía Épica y Didáctica, en un concurso auspiciado por el Colegio Nacional de Pedagogos Cubanos. Premio “Juan J. Remos”, de Cruzada Educativa.
En 1990, junto con un grupo de poetas, funda LA ACADEMIA POÉTICA DE MIAMI. Bajo su dirección se publicaron varios importantes libros “107 Poetas Cubanos del Exilio”, “Guitarras del Exilio Cubano”, “Perfiles de Maceo” y otros.
DESDE YARA HASTA ZANJÓN
(fragmentos)
1
Barrancas fue la primicia
de las tropas nacionales,
y dieron golpes triunfales
en ataques sin pericia.
Enfrentaron la milicia
en la ciudad bayamesa,
que atacada por sorpresa
por Céspedes y Marcano
fue el mejor golpe cubano
de la patriótica empresa.
2
Cuando Agramonte cayó
en un encuentro sombrío,
para llenar el vacío
Gómez lo sustituyó.
Así Céspedes llegó
a reparar la injusticia
que por ajena codicia
Gómez tuvo que sufrir
cuando no pudo seguir
de jefe de su milicia.
3
Hacia la parte oriental
Céspedes era el caudillo
y en seguida lució el brillo
de Agramonte en el central.
La región occidental
comprendía Villaclara;
Roloff y Gutiérrez para
extender la rebelión
y llamar más la atención
de aquella zona del ara.
4
Superados los conflictos
de Céspedes y Agramonte,
volvió a convertirse el monte
en mil reductos invictos.
Resultaron más estrictos
y frecuentes los combates;
se acabaron los debates
superfluos de los cubanos
que respondieron ufanos
sin presentar más dislates.
De su libro “Cuba Heroica”
ARTÍFICE DE LA ZAFRA
EL MACHETERO
1
¡Cuánta esperanza forjaba
en la zafra el campesino,
como si fuera el destino
de todo lo que añoraba!
Y como un toque de aldaba
era el romper la molienda;
esa especie de contienda
que con ahínco emprendía
no terminaba hasta el día
que levantaba la tienda.
2
Temprano, al amanecer,
ya comienza el machetero,
con mocha, guante y sombrero,
en el más rudo quehacer.
Al tiempo de oscurecer,
con los cincuenta quintales,
deja los cañaverales
para lanzarse en su hamaca,
después que el hambre se aplaca
entre cansancios brutales
3
Cuando es el sueño la meta
que el descanso le reclama
el carretero lo llama
para cargar la carreta.
Anda como una saeta
sin despertar todavía,
antes que aparezca el día
la hazaña se ha completado,
y el vehículo cargado
sale por la serventía…
4
No existe disculpa alguna
si el sacrificio rehúye
porque el farol sustituye
la luz que brinda la luna.
Y las cañas, una a una,
tienen que ser levantadas
en las frías madrugadas,
cuando fuere necesario,
si no peligra el salario
en pago de su jomada.
5
Por suerte la zafra dura
unos meses nada más,
porque ese rudo compás
hasta el alma desfigura.
Es muy fuerte la amargura
que sufren los macheteros
cuando en plenos resisteros,
al sol de todos los días,
descargan sus energías
más que otros buenos braceros.
6
Nadie apura en el trabajo,
que el machetero hace aprisa,
y nadie lo supervisa
porque es labor a destajo.
Cuando el rendimiento es bajo
lo apremia la emulación,
pues si otros de más acción
logran mayor rendimiento,
él no quedará contento
en cualquier comparación.
De su libro “Cuba Heroica
PABLO LEÓN ALONSO (1927-2012)
Nació en el municipio de Consolación de Sur, Pinar del Río, el 1º de septiembre de 1927.
En figura y voz, cuando se presentaba en canturías hasta en la radio donde compartió espacios de la décima con lo mejor y más solicitado de esos años, demostró su valía humana y cultural, pero más que todo su amor por la viajera peninsular.
Como ocurre con las celebridades que provienen de los ámbitos más humildes, muchos especulaban sobre su nacimiento: Viñales, Las Ovas y otros sitios, pero Pablo ha sido mucho más, cubano y universal. En la etapa final de su vida el poeta se traslada a EUA, donde continúa su intensa labor decimística, tanto en Miami, Florida, como en Nueva York, Nueva Jersey y Puerto Rico, en conciertos, y programas radiales. Sin duda fue uno de los decimistas más intensos, elocuentes y queridos del siglo xx.
Dijo el poeta casi al final de su vida:
Después de hacer un camino
bajo la estrella que arde,
estoy quemando la tarde
en una copa de vino.
SUEÑOS ENCONTRADOS
1
Aquí estamos, bajo el cielo
del amor lejos y juntos,
mirando a distintos puntos
y con el mismo desvelo.
Por el adiós de un pañuelo
y un sueño que no ha venido.
Tú buscas entre el olvido
que un recuerdo te dejó,
la estrella que se apagó
y yo, la que no ha salido.
2
Mira el jardín del amor
— primaveral embeleso—
aquí la forma del beso
está dicha en cada flor.
Nos trajo el mismo dolor
en su ensueño perfumado.
La espera se ha prolongado
en un minutero triste,
tú, por la flor que perdiste,
yo, por la que no ha brotado.
3
Aquí estamos, junto al río,
del amor — divino espejo—
donde con igual reflejo
se ven tu rostro y el mío.
Llenar el mismo vacío
hoy nos detuvo a su lado.
La ilusión de lo esperado
toma forma entre tú y yo,
por el agua que pasó
y por la que no ha pasado.
4
Aquí estamos, junto al mar
del amor, sin rumbo cierto,
los dos en el mismo puerto
sentenciados a esperar.
Por un salir y llegar
está el muelle iluminado.
Nos ilumina el costado
izquierdo la misma fe,
tu esperas al que se fue,
y yo, a la que no ha llegado.
5
Entre olvidar y querer
nacen espinas y rosas,
son así como las cosas
del amor vienen a ser.
Hay por cada amanecer
una tarde que se va,
por eso explicado está
lo que esperamos tú y yo:
tú, el amor que se marchó,
y yo, el que un día vendrá.
COMO UN SUEÑO
1
Era la brisa anillada
por el oro de tu pelo.
Andaba con todo el cielo
atrapado en la mirada.
Era tu boca enflorada
de tropical atavío,
roja perla de rocío
que pulió el amanecer,
sonrisa para poner
a cantar un sueño mío.
2
Llegaste por un camino
que te bordó la mañana,
con hilos de cielo grana
sobre un verde campesino.
Te supe un rosal divino
para mi angustia desierta
y tocaron a la puerta
azul de mi pensamiento
los besos que tiró el viento
en tu espalda descubierta.
3
Y tanto de tu ternura
a mi corazón le di,
que por tu piel aprendí
a conocer la dulzura.
Jamás de una flor tan pura
tuve el alma tan florida
y por una miel vertida
sobre mi sed amorosa,
se me endulzó en una rosa
de azúcar toda la vida.
4
Pero más tarde te fuiste
como asombrando la calle
y te quise atar el talle
con una mirada triste.
Carcelera: Te perdiste
dejándome tus prisiones
y destejiendo ilusiones
supe que una cosa mía,
se fue con la melodía
golpeada por tus tacones.
LA VI
1
La vi en el camino real
bostezando por la orilla,
junto a la piel amarilla
de una muñeca rural.
Luego la vi en el portal
de un bohío carcomido,
–niña con rostro de olvido
y una vejez prematura–
atada por la costura
de un remiendo mal cosido.
Fuente “Guitarras del Exilio Cubano”
“Décimas Cubanas” y “Diálogo con Valiente”
FRANCISCO HENRÍQUEZ DOMÍNGUEZ (1928)
Unión de Reyes, Matanzas. Premio “José Vasconcelos 2005”.
Nació el 18 de enero de 1928), en pleno campo cubano. Asiste brevemente a la escuela nocturna, y sigue a su padre en las labores agrícolas. (Es autodidacto) En su juventud improvisó décimas junto a los decimistas Bernardo García, Marcelino Ortiz, Sergio Mederos, Crescencio Mejías y otros. En la década de los 40´s y los 50´s eran asiduos visitantes de su pueblo los decimistas Gustavo Tacoronte, Pedro Guerra, Rafael Rubiera, Sergio Mederos…
En 1962 se traslada con su familia a Nueva York, EUA: En esa ciudad fue ascensorista, taxista. En 1969 toma un curso de Preparador de planillas de Rentas Internas, a la vez que obtiene su licencia de Notario Público por el estado de N.Y. Ambas licencias siguen vigentes. En 1979 se traslada a la Florida. En Nueva York se asoció con varias organizaciones literarias, y con poetas en particular, siendo amigo del Director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, don Odón Betanzos Palacios. En Miami (1996) fundó la revista de poesía Carta Lírica. Ha publicado diez libros y ha ganado más de 50 premios literarios nacionales e internacionales.
FRANCISCO HENRIQUEZ DOMÍNGUES
PAISAJE
La llanura –verde hamaca –
se tiende para otra siesta,
sobre el campo, todo fiesta
de algarrobo y albahaca.
La brisa, como una jaca,
lleva un trote intermitente.
y cuando por Occidente
se escapa el último rayo,
la tierra sufre el desmayo
de la tarde, opalescente.
JINETE
Aquí el sol, como cuchillo
se baja por la melena
de la palma y le cercena
los bucles a su cerquillo.
Lejos, canta un pajarillo
donde su nidal incuba
y yo espero que se suba
mi novia bella en el anca
de mi briosa potranca,
para que conozca Cuba…
LA DÉCIMA
1
Estuvo sufriendo allí,
tirada junto al pantano,
como si fuera de guano
¡cuando era sol y rubí!
Tuvo que crecer así,
–llena de necesidad–,
hasta que por caridad
un alma que la quería,
la ilustró de poesía
y elevó su identidad.
2
Cuando por una rendija
se mete la noche negra,
con diez jirones alegra
la sombra de la cobija.
Cuelga al techo la luz fija,
pobre y muda de un farol.
Abajo, verso y alcohol…
vuelve el día al caballete
y la décima –un jinete
de luz– cabalga en el Sol.
3
Canta en todos los linderos
de los prados cardinales.
Desanda angustias rurales
y las puebla de canteros.
La lloviznan los luceros
de las nubes vespertinas.
¡En las miradas vecinas
hay un asombro encendido
viendo cómo le han crecido
rosas en las diez esquinas!
4
Crecen rosales de asombros
cuando la estética ensalza,
la princesa que aun descalza
lleva estrellas en los hombros.
La vieron en los escombros
de muchos bardos inciertos,
pero creció en los desiertos
pobres en que los cubanos
iban con sus propias manos
poblando a Cuba de huertos.
5
Fue alocución clandestina
para unir a los mambises
cuando anexionistas grises
hincaban como una espina.
Fama y nombre de heroína
le proporcionó la historia
y diez medallas de euforia
le incendiaron la bandera
para que la patria ardiera
con las llamas de la gloria.
6
Se alzó con sobradas iras
cuando la voz del flagelo
sembraba el amado suelo
con cizañas y mentiras.
Atizó incendiarias piras
para abolir la maldad
y fue hermosa claridad
en el honroso reclamo:
¡fuego lúcido en Bayamo
con ardor de libertad!
7
En el valle esmeraldino,
junto a la verde montaña,
gustó el jugo de la caña
y el canto del gallo fino.
Vivió con el campesino
como una exiliada ibera,
pero abrazó la bandera
con tan hondo sentimiento
que fue por alma y aliento
más cubana que extranjera.
8
Se iluminó con la fiesta
de fulgores del Caribe,
y fue dueña del aljibe,
del valle y de la floresta.
Quemó ratos de protesta
al pie de la esclavitud,
y cuando la ingratitud
la cunde de arteras balas,
echa un vuelo de diez alas
sobre el monte de un laúd.
LORENZO VIRGILIO SUÁREZ CRESPO
Nació en Bahía Honda, Pinar del Río, 1943.
Miembro de la UNEAC. Premio Hispanoamericano Medalla de Oro José Vasconcelos 2012, otorgado por el Frente de Afirmación Hispanista de México. Distinguido además con el Premio Nacional de Cultura Comunitaria en 1999 en la categoría de Personalidad; el Premio Nacional Olga Alonso 2000, así como La Rosa Blanca con su libro Ofrenda Lírica. Nominado 2012 para el Premio Nacional de Literatura. En 2004 fue merecedor del Premio Carmen Báez de México en narrativa.
Con más de una docena de títulos, sus libros han sido publicados por la editorial Gente Nueva, Ediciones Loynaz, editorial Cauce y el Frente de Afirmación Hispanista de México. Son textos de narrativa, poesía, décima, así como investigaciones en las que se encuentran la Antología de la Décima Cósmica de Pinar del Río, Antología de la Poesía Cósmica de Pinar del Río y la Antología de décimas, sonetos y poemas al Valle de Viñales. Alterna creación y promoción cultural en función de las peñas literarias infantiles de apreciación y creación artístico-literarias, así como el Centro de Documentación de la Casa de la Décima Celestino García.
Tiene publicaciones en revistas y libros en Estados Unidos, España, Argentina, Uruguay, Puerto Rico y México
LORENZO SUÁREZ CRESPO
ALAS POR LA LUZ
I.
¿Quién niega a la mariposa
el polen que el aire impela?
¿Quién disminuye en la vela
la llama que no reposa?
¿Quién le marchita a la rosa
sus pétalos? ¿Con qué espinas
la vejan? ¿Qué serpentinas
tejen al tiempo un rosario
de trinos si al campanario
no han vuelto las golondrinas?
II.
Noche de gallos, los cantos
son goteos en mis sienes.
Con esa insistencia vienes,
alas de sombras, quebrantos.
Ahora te añoro entre tantos
instantes en que la llama
es daga de luz, se inflama
y anuncia en silencio roto
ese vacío que noto
a la izquierda de mi cama.
III.
Entre algas yace la quilla
y el vuelo de las gaviotas
tiende el sol las alas rotas
para caer en la orilla.
Tras la marea se astilla
la noche en olas serenas
y muy tenue en las arenas,
en caracolas, deshecho,
siento el latir de tu pecho
como un canto de sirenas
IV.
¿Qué aspiro? Dejar las huellas
indelebles de mis versos
y que deslumbren, inmersos,
en una fiesta de estrellas,
que donde existan querellas
traigan la paz, la alegría,
que su canto, alegoría
al amor y a la ternura,
abone con lumbre pura
tras mi partida algún día.
V.
Cuando en aras de un gran sueño
se entrega el hombre a su obra,
en cada minuto cobra
sangre y sudor en su empeño.
Casi sin fruncir el ceño
lo hieren viento y marea,
tempestad… y en la pelea,
aunque adverso sea el destino,
traza firme su camino
en el volcán de la idea.
VI
Hoy toca un duende a mi puerta,
viene de un cosmos lejano
y en cuanto roza mi mano
en silencio me despierta.
Creo verlo, pasa alerta
su figura en la penumbra.
Siento frío, se me encumbra
el alma, busco, me empeño
en sentirlo, quizás sueño,
un sol antiguo me alumbra.
VII.
Esa piedra que nos hiere
o la que marca el sendero,
la ruta o el asidero
que el destino le confiere.
Esa piedra donde muere
la luz del sol, el rocío,
esa que al tiempo en su hastío
en pátina verde aflora,
si llueve en silencio llora;
triste gime si hace frío.
VIII.
Tina Modotti, ¿qué rito
en la seda transparente
con el milagro del lente
te ha convertido en un mito?
¿En qué espejos me limito
a buscarte? Eres tan bella
que un halo fúlgido sella
lo divino en tu mirada,
diosa-musa ya cifrada
en esa luz que destella.
IX.
Aborta el sol su fulgor
y en los delgados pistilos
teje la lluvia en sus hilos
un himno leve al amor.
Como un manto en surtidor
se hace líquido pañuelo
y solo disipa el velo
de un arco iris que sube
y se tiende, nube a nube,
de un lado al otro del cielo.
X.
La flecha hiere el costado
del tonto cuando la luz
lo quema. Bajo la cruz
se tiende petrificado.
Pierde la voz, ha callado,
sed de palabra y de grito,
torpe, indeciso, delito
en la abulia que lo astilla
y en un viaje a la semilla
se reduce a lo finito.