GLOSANDO A
FREDO ARIAS DE LA CANAL
EDICIÓN DE
CARTA LÍRICA
MIAMI, FL. 2019
SEGUNDA GLOSA AL PARAÍSO.
Inquirió Jehová otra vez,
preguntole a la serpiente
si había sido impertinente
de tal conducta rahez.
Respondiole la soez
que con furioso ademán
atreviose el padre Adán
hacer lo que tuvo gana
comiéndose la manzana
como un bocado de pan.
Fredo Arias de la Canal
Glosan hasta ahora:
- Yasmín Sierra Montes
- Isabel Díez Serrano
- María Jesús Lozano Cáceres
- Ana Rosa Díaz Naranjo
- Agustín Delgado Santana
- Francisco Henríquez
- Ivnne Martín
SEGUNDA GLOSA AL PARAÍSO.
VIII
No busquen más las razones:
(Él no puso un antifaz,
él uso su misma faz.)
¡Son muchas indiscreciones!
¡Son tantas las maldiciones!
Que doctrinas él desgrana.
Adán no actuó con desgana.
Emotivo y prepotente,
el conjeturó en su mente,
hacer lo que tuvo gana.
IX
No extendamos el cordel.
No actuemos con artificio.
Que ese inmenso maleficio
el lo perpetuó en papel.
Fue tan grande el oropel
que actuó como vino en gana
que en la muy verde mañana
el demostró su albedrío,
llevándose la Eva al río,
comiéndose la manzana.
X
Y son muchas las señales
que indican su desespero.
Fue su mujer asidero
en arduas horas cruciales.
Son huellas muy literales
las que dicen dónde están…
Dormidos Eva y Adán,
aun alargando la siesta,
después de zampar la gesta
como un bocado de pan
Yasmin Sierra Montes
SEGUNDA MANZANA DEL PARAÍSO
Isabel Díez Serrano
I
Insólito pareció
a Jehová tamaño insulto
como no mereció indulto
a la serpiente abordó.
De nuevo le preguntó,
ella escurre como pez
y con toda rapidez
echa la culpa a “manzana”
que por respuesta temprana
inquirió Jehová otra vez.
II
¿No se cansan de mentir?
miente uno, mienten tres
todos hablan el revés
para de su culpa huir.
Aquí habrá que decidir
quien se fue por la corriente
y añadió más penitente
a la causa por si acaso,
Jehová que no cierra el caso
preguntóle a la serpiente.
III
Y de nuevo está el enredo
ya que nadie quiere ser
pecador ni parecer
señalado con el dedo.
La serpiente habla muy quedo
Adán de esto se resiente
cae el sudor por su frente
anunciando la mentira
y pensando, ya sin ira
si había sido impertinente.
VI
Incumplir sin miramiento
las normas de una comuna
no traen nunca fortuna
sino siempre ensañamiento.
Y más noble que el sarmiento
siempre mostrar honradez
cumplir con gran avidez
y salvar las triquiñuelas
para quitar las espuelas
de tal conducta rahez.
V
El cuento tiene su tela
pues nadie dice verdad
nadie pues, con claridad
dirá que fue bagatela.
Mas dentro de la entretela
nuevamente pace el pez
y con toda intrepidez
de pronto el cuento se aviva
y cual fuente de agua viva
respondiole la soez
VI
Yo solo sé que me arrastro
y farfullo mi veneno
y que doy del todo pleno
cuando me calienta el astro.
Hay que crear un padrastro
que me sirva de diván
colgarme del catafán
para no tener castigo
ya que pronto soy testigo
que con furioso ademán
VII
hacia mí van los sermones;
yo les dije que tomaran
del fruto que allí encontraran
que no había prohibiciones.
Y en vez de comer melones
al otro huerto se van
allí dan con lo que dan
y Eva muerde el rico fruto
mas como estaban en bruto
atreviose el padre Adán
VIII
aquí no hay mal ni pecado
Eva me dio de comer,
como me diera mujer
yo comí de su bocado.
Si hubiera sido pescado
en lugar de la manzana
no tocarían campana
para anunciar al gran mundo,
fue razonable y profundo
hacer lo que tuvo gana.
IX
yo seguí su paso leve,
era espléndida y bonita
y al son de su campanita
se acerca al río y lo bebe.
Sin embargo, no se atreve
a hacer la danza pagana
sin sayo y sin sotana
agarradita a mi pecho
así lo dicho fue “hecho”
comiéndose la manzana.
X
Claro que también comí
y despertamos los dos
con la vergüenza de Dios
tapándonos justo “allí”.
Dichosos días viví
mas ahora dicen que van
a castigarnos y se han
conchabado Dios y Diablo;
me comería un establo
como un bocado de pan.
Isabel Díez Serrano
SEGUNDA MANZANA AL PARAÍSO.
Mª Jesús Lozano Cáceres
I
Después de la gran caída,
del desorden y la duda
tras la mentira se escuda
una esperanza perdida.
De una paz establecida
que se escurre como pez;
se descubre la doblez
en la nube algodonosa
y con su voz tenebrosa
Inquirió Jehová otra vez.
II
Sé que buscaban poder
junto con la libertad;
pero la pura verdad…
¡Sólo encontraron deber!.
No pudieron comprender
ese miedo de repente
porque se hace evidente
que trabajo les espera,
y Adán con su voz fulera
preguntole a la serpiente.
III
Quién mandará de los dos
en la vida laboriosa
porque será muy penosa
ante los ojos de Dios.
Al Edén dirán adiós
de manera permanente
cuando silba confidente
la sierpe siempre rastrera
con su voz más aranera
¿Si había sido impertinente?.
VI
La pregunta simulada
busca seguir consejera,
sin que la maldad se viera
en su respuesta vezada.
De sus cabezas la espada
pende con tal nitidez
pero ignoran la doblez
que destilan sus consejos
ya que son fieles reflejos
de tal conducta rahez.
V
Cómo sabremos si miente
esta amiga tan rastrera
que prometió primavera
con tan sólo una simiente.
Eso será lo siguiente
que verán con lucidez;
el tiempo de madurez
será todo una explosión
sin parar en reflexión…
Respondiole la soez.
VI
Al ver como su castillo
de murallas movedizas
tiembla para ser cenizas
ya clavado su colmillo.
Se enrolla bajo un rastrillo
como el típico rufián
por ver si descubrirán
que el paraíso en la Tierra;
es la utopía que encierra
que con furioso ademán.
VII
El hombre toma conciencia
que para sobrevivir
cada día ha de sufrir
para sumar experiencia.
Aceptaron la sentencia
que con dolor parirán;
con los años morirán
al enfermar sin remedio
y formar parte del predio..
atreviòse el padre Adán.
VIII
A decidir su destino:
estudiar causa y efecto
al saber que es lo directo
por un seguro camino.
No reniega de su sino
al unirse a su paisana
en la vida cotidiana;
sin mujer yo no estaré;
luego no se priva de…
Hacer lo que tuvo gana.
IX
La recompensa mejor
del trabajo, diariamente,
demostrarle lo que siente
sin conocer el pudor.
Dan rienda suelta al amor
de la condición humana
siendo su fiel cortesana
sin tener otra rival
él demuestra ser mortal
Comiéndose la manzana.
X
Y así hasta nuestros días
esta historia se repite
y la sociedad permite
lo que oculto comerías.
Nadie sabe si serías
el tema de aquel refrán:
nuestros nietos comerán
fruta de cualquier frutero;
la morderán ¡no exagero!
como un bocado de pan.
Mª Jesús Lozano Cáceres. 4-5-19. Gran Canaria
SEGUNDA MANZANA DEL PARAÍSO
Ana Rosa Díaz Naranjo
Segunda Glosa del Paraíso
Ana Rosa Díaz Naranjo
I
En el Edén la alegría
vituperaba el momento,
pues vivir era un tormento
después de tanta agonía.
La serpiente en su porfía
prefirió con frigidez
mentir a Dios y ser juez
de las faltas perpetradas
—¿Eva y Lilith, son amadas?,
inquirió Jehovà otra vez.
II
—No hay un ofidio sincero
desde el jardín del Edén,
un alma con comején
fue siempre tu abrevadero.
El desastre venidero
causaste a contracorriente.
¿Pensaste que eras decente?,
¿alguna suerte de diosa?
¿Me dices alguna cosa?
—preguntole a la serpiente.
III
Ella lo miró a hurtadillas,
cambió del verde al violeta,
y sus ojos de galleta
demudaron en astillas.
Dios descubrió en sus mejillas
un rubor ambivalente,
quiso ser benevolente,
ella dijo estar muy rara,
que, por él, la disculpara
si había sido impertinente.
VI
Que jamás sería la autora
de propuestas embusteras,
que espantaría las fieras
de la envidia abrasadora.
Que su suerte abrumadora
de arrastrarse y su acidez
causaron aquel soez
infortunio en don Adán
y no quiere un bumerán
de tal conducta rahez.
V
—Espero arrepentimiento
desde ahora en lo adelante,
dijo Dios y vacilante
ella lo miró un momento.
Él no vio su desaliento,
las formas de su adustez.
Prefirió ver su mudez:
—No quiero a nadie abatido.
—Juro que está prometido,
respondiole la soez.
VI
Y la vida transcurrió,
cada uno con sus vicios,
cargando con sus inicios
la serpiente no olvidó.
Cierta vez se aconsejó
comiéndose el cordobán
—Yo, que he sido un gavilán—
dijo—, nadie tergiverse,
mejor hablar y entenderse,
que con furioso ademán.
VII
Sonrió para sus adentros,
la idea le bamboleaba,
la cabezota le hablaba
de encuentros y desencuentros.
Entonces buscó reencuentros:
engatusar con afán,
vestirse de celofán
a ver si el viejo la toca.
A besarla hasta en la boca
atreviose el padre Adán
VIII
La serpiente retorcida
de placer se hizo doncella,
entre todas la más bella
para Adán, extrovertida.
La serpiente sin medida
le ofreció de su manzana,
no hubo árbol, solo humana
pasión que lo encegueció.
Ella, rauda, permitió
hacer lo que tuvo gana.
IX
La pasión fue torbellino
en el jardín del Edén,
el mango por la sartén,
tomó Adán como destino.
Eva llegó hasta el camino
ya convertida en anciana,
mostró a Adán una avellana
sin olvidar el desliz,
pero el viejo fue feliz
comiéndose la manzana.
X
Degustaba con delirio
la masa de la reineta,
Eva cogió una rabieta
que se convirtió en martirio.
Lilith-serpiente-colirio,
ganó la sierpe de Adán.
La fruta como un imán
fue pecado de por vida.
Asumimos su mordida
como un bocado de pan.
Ana Rosa Díaz Naranjo
SEGUNDA GLOSA DEL PARAÍSO
17 de mayo, 2019
Ivonne Martín
I
Por no sentar mal ejemplo
de inclemencia con la fauna,
salió Jehová de la sauna
y se dirigió hacia el templo.
La antigua escena contemplo
para evaluar sin doblez
su misión de Justo Juez,
cuando al zafio antepasado
del majá sobre el pecado
inquirió Jehová otra vez.
II
“¡No te escondas, arrastrada!
¡Conozco tus intenciones!
Quiero escuchar las razones
que arguyes, desvergonzada.
Te he creado estilizada,
flexible e inteligente,
y ahora me dice esta gente*
que eres engañosa y vil…
¿Es eso cierto, reptil?”,
preguntóle a la serpiente.
III
Al verse ya descubierta
por Aquel que todo vio,
una sirimba fingió
para luego caer muerta.
Sonó trompeta de alerta
por el Edén refulgente…
Se oyó una voz contundente,
la sierpe “resucitó”,
y el Gran Jefe le inquirió
si había sido impertinente.
IV
“Te aprovechaste ‒me han dicho‒
de la sonsa de mi hija
para actuar cual sabandija…
¡oh tú, miserable bicho!
¿Fue acaso por un capricho
de perversa malcriadez,
un rapto de sordidez
o una crisis de maldad?
¡Dime pronto la verdad
de tal conducta rahez!”.
V
“Con tu venia, señor Dios:
reptaba yo distraída,
disfrutando de la vida
cuando vide a estos dos.
Me dio un ataque de tos
al notar su desnudez,
y tanta desfachatez
me trastornó la razón…
¿Hay mejor explicación?”,
respondióle la soez.
VI
“Andaban los meros meros
nada menos que en pelotas,
sin zapatos, chanclas, botas,
sin vestimenta y en cueros.
¡No quise escuchar sus peros!
Soy serpiente, no alacrán:
no me importa el qué dirán
ni de mi raza el cauterio…
obré más con buen criterio
que con furioso ademán”.
VII
“Tiene escasa inteligencia
el hombre que tú creaste:
fuego fatuo, vano embaste,
mucho orgullo, poca esencia.
En el árbol de la ciencia
pudiera tal charlatán
transformarse en un chamán
pleno de sabiduría…
mas por ganar la porfía,
atrevióse el padre Adán”.
VIII
“Viéndolo medio pazguato,
hice gala de mi astucia,
tildando de cosa sucia
lo de deambular calato.
Desprovisto de recato
por su ascendencia bimana,
tras la huella darwiniana
hasta el huerto caminó,
y allí mismo decidió
hacer lo que tuvo gana”.
IX
Dióse una pausa el ofidio
para otear la reacción
de Jehová, que en su balcón
lo escuchaba con fastidio.
“Te juro que no lo envidio
ni por su costilla humana…
Como especie soberana
mejor fuera yo… e insisto:
¡no quieras haberlo visto
comiéndose la manzana!”.
X
“Y ahora, con tu permiso,
regreso a la madriguera,
porque sé lo que le espera:
la expulsión del Paraíso.
Adán hizo caso omiso
de mi consejo patán,
y habiendo urdido yo un plan
para provocar su ego,
cayó en trampa de borrego
como un bocado de pan”.
Ivonne Martín
“La primera pareja”
SEGUNDA MANZANA DEL PARAÍSO
Francisco Henríquez
I
No muy feliz con el ciento
de preguntas respondidas,
Jehová tomó otras medidas
en su incrédulo elemento.
Se fue de evento en evento;
de oriundez en oriundez,
y ante la inmensa mudez
de un Paraíso infecundo,
en cada rincón del mundo
inquirió Jehová otra vez.
II
Le preguntó a cuantos bichos
poblaban la tierra entonces;
detrás de rústicos bronces;
y entre tenebrosos nichos.
Al no dar a sus caprichos
una razón contundente,
y no hallar en el ambiente
nada que lo convenciera,
de la más sutil manera
preguntóle a la serpiente…
III
Jehová se valió de astucias,
desde las más refinadas
hasta las más depravadas,
más mundanales y sucias.
Entró en todas las argucias
que inventa un alma inocente
cuando va a lo inconsecuente…
y hasta el fondo de la cueva
se fue a preguntarle a Eva
si había sido impertinente.
IV
Utilizó al curiel manso,
y a su gallo “El Trovador”,
que al declarar el amor
no pone ningún descanso.
De lo pasivo del ganso
con su mísera estrechez,
del susto en la timidez
de la noble golondrina;
¿quién fue la torpe gallina
de tal conducta rahez?
V
Recorrió los sacros valles
donde pulula la inercia,
y la indignidad comercia
en la sombra de las calles.
Dio los más finos detalles
de la sobrante hediondez
diciendo entre su altivez
la hermanita de la sierpe:
soy la covacha del herpe,
respondióle la soez.
VI
De las regiones allende
los suburbios de los mares,
donde mustian los palmares
cuando junio su ira esplende;
donde la flora se enciende
bajos soles de azafrán,
ante el ardor del volcán
que montes de lava tira,
más con calma la luz gira,
que con furioso ademán.
VII
En llegándose a este punto
entre lo terco y lo sabio,
brota veneno del labio
como un natural asunto.
Entonces ante un difunto
(de los muchos que no han
muerto del todo, pues van
muriendo en forma presunta),
a hacer la insana pregunta
atrevióse el padre Adán.
VIII
La gente viste con duda
el cuerpo de la creencia,
y tras nubes sin sapiencia
la cierta verdad, escuda.
Pero por más que sacuda
el cielo su acción cristiana
la naturaleza humana
reconoce al fin el hecho:
Adán ganó por derecho
hacer lo que tuvo gana.
IX
Liberado Adán de culpa
y ya Eva siendo Madre
con su título de “Padre”
sobraba toda disculpa.
y fue el dueño de la pulpa
de noche, tarde y mañana,
y toda la especie hilvana
tal ejemplo en el Edén,
¡pues Adán hizo muy bien
comiéndose la manzana!
X
Yo mi manzana me como
de la forma que me place
y si al vulgo no complace…
no debo decirle ¡cómo!
Me la como o me la tomo
según las ganas me van;
no importa el vano refrán
que la gente fatua arguya…
¡y Adán se comió la suya
como un bocado de pan!
Francisco Henríquez 05-05-19
SEGUNDA MANZANA DEL PARAÍSO
Agustín Delgado Santana.
I
Dios dijo a “de la Canal”:
-¿Por qué no hablamos de Bruto
y Julio, en lugar del fruto
del árbol del Bien y el Mal?
-Es que tu Sacro Manual
-que incluye el paso de Suez-,
me apasiona, Sumo Juez.
-¿Y porque es un blanco mirlo
me obligas a repetirlo…?
inquirió Jehová, otra vez.
II
-En fin el relato itero…
–¿No ves, mujer, que deliras
cuando escuchas las mentiras
de ese ofidio asaz artero.
-Y, tú, infame majadero…
¿Por qué al Árbol mas Sapiente
del Edén condescendiente,
una manzana sustraes
y, con ella, a Eva atraes…?
Preguntole a la serpiente.
III
Como el cariño vertebra,
Eva logra que Adán coma
la exquisita y grana poma
que le ofreció la culebra .
Apenas el dúo quiebra
con el Creador, su entente,
La instigadora serpiente
lo ve, del Edén, marcharse
Sin, al menos, plantearse
Si había sido impertinente.
Vamos de nuevo a la Historia…
IV
Vamos de nuevo a la Historia…
Eva dime…¿Tu insolencia
fue tal que, con tu sapiencia,
alcanzar querías mi Gloria?
El áspid fue la ruin noria
que giró con rapidez
en torno a mi candidez
y volvió mi mente obtusa…
-¿Y crees que eso te excusa
de tal conducta rahez?
V
-Sigamos con la Vulgata…
-¿Cómo fuiste tan resuelta
al dar a mi Orden la vuelta,
víbora aleve e ingrata?
Dios, cometiste una errata
al forjar nuestro jaez,*
pues corre el ñu, nada el pez…,
mientras yo repto, y la envidia
me lleva a ejercer la insidia…
Respondiole la soez.
VI
-Por tal razón con las gentes
-aunque repto sobre el cieno-,
con saña uso mi veneno
para confundir sus mentes.
Son mis argucias silentes
campos de un ladino imán ,
no embestidas de caimán,
pues gira mejor la llave
con un movimiento suave
que con furioso ademán.
VII
Eva dijo a su marido:
-Si propinas un bocado
a este fruto colorado
serás más sabio, querido.
Mira que fue bendecido
con las aguas del Jordán…
¡Fue tan sincero el afán
con que Eva ornó su axioma,
que a morder la roja poma
atreviose el padre Adán ¡
VIII
Eva tal ansia tenía
de saber, que al Creador,
con femenino valor,
le mostró su rebeldía.
Fue tan grande la osadía
de su condición humana,
que recogió la manzana
que el Diablo en su mano puso
y con ella se propuso
hacer lo que tuvo en gana.
IX
Esta costilla del hombre,
infundida de optimismo,
al resuelto feminismo
le dio su liberto nombre.
Asimismo –no se asombre-,
con una actitud rayana
a la entereza espartana
persiguió la ansiada Ciencia
y mostró su disidencia
comiéndose la manzana.
X
El relato concluyamos…
Que aclaremos, no es preciso
que, del verde Paraíso,
Eva y Adán fueron amos.
Al exiliarse, afirmamos
que por culpa de Satán,
los dichos Eva y Adán
a fuego asaron con leña,
una masa tan pequeña
como un bocado de pan.
Agustín Delgado Santana
******************************
¿Quién me compiló las glosas
de la manzana de Adán?
Fue un atrevido don Juan
que escogió las más hermosas.
Fredo Arias de la Canal
GLOSA
La musa es un cruel encanto
cuando quiere resaltar,
ella intenta cuestionar
deprisa tu sed de amianto.
Ella vuela el camposanto
de tus miradas curiosas,
ella destruye ardorosas
relaciones de alegría,
ella grita en su porfía
¿quién me compiló las glosas?
Ella seduce tu drama,
sonríe loca y sensual,
ella es díscola y brutal
cuando el dolor te reclama.
Ella te avista y derrama
su venerado alquitrán,
convence con el champán
de su risa hecho gemidos,
ella guarda los plañidos
de la manzana de Adán.
Suelen ser de aspecto pálido,
preciosas como la muerte,
en sus ojos se divierte
el dolor, su pecho cálido.
La musa te hace un inválido,
incapaz de un ademán,
solo en los tiempos de Adán
logró controlarla uno
que, riendo, inoportuno
fue un atrevido don Juan.
Ella sacó sus saetas,
las repartió por el mundo,
un sentimiento profundo
se difundió en los poetas.
El tiempo con sus paletas
pintó Eras luminosas,
pero musas ambiciosas
quisieron matarlo a él
matar aquel tiempo, aquél
que escogió las más hermosas.
Ana Rosa Díaz Naranjo